Encontrar una vivienda en alquiler no es una tarea fácil y menos si quiere hacerse a un precio asequible. Los aspirantes a inquilinos tienen problemas para encontrar una casa por la escasa oferta, y tanto propietarios como inmobiliarias miran con lupa la capacidad económica de los aspirantes. Pero este no es el único problema, y es que han aumentado prácticas discriminatorias explícitas hacia personas extranjeras, según un informe financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Así lo pone de manifiesto el informe “¿Se alquila? (2) Racismo y segregación en el alquiler de vivienda” realizado por Provivienda, que evidencia un incremento de 30 puntos porcentuales en la discriminación inmobiliaria desde 2020.
El informe, cofinanciado por el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), señala que en el 99% de las 100 llamadas realizadas a inmobiliarias en Madrid y Barcelona se aceptan prácticas discriminatorias explícitas hacia personas extranjeras, frente al 72,5% registrado en 2020.
El estudio se centra en la respuesta que dan las agencias inmobiliarias a las personas que buscan un piso o casa en alquiler en función de su procedencia. Para llevarlo a cabo se han realizado 600 llamadas hechas por personas españolas y extranjeras a los mismos anuncios, así como 100 llamadas a agencias inmobiliarias de Madrid y Barcelona haciéndose pasar por caseros que quieren alquilar sus viviendas con la intención explícita de excluir a personas migrantes.
Tras analizar las respuestas de los profesionales inmobiliarios, el informe revela que no solo ha aumentado la discriminación, sino que se ofrecen viviendas en zonas específicas según la nacionalidad, generando procesos de segregación residencial y dificultando el acceso a las personas extranjeras, especialmente de fuera de Europa.